Skip to main content

El verano es una temporada en la que disfrutamos al máximo de nuestros espacios al aire libre, como terrazas, patios y jardines. La tarima exterior sintética se ha convertido en una opción popular para decorar y embellecer estas áreas, brindando un aspecto elegante y natural sin las preocupaciones de mantenimiento que implica la madera tradicional. Sin embargo, para asegurar que nuestra tarima exterior sintética luzca impecable y resista las altas temperaturas y las condiciones estivales, es fundamental llevar a cabo un mantenimiento adecuado.

En GlobalDeck, como expertos en tarimas sintéticas exteriores, te explicamos cómo mantener mejor la tarima exterior sintética en verano, para que puedas disfrutar plenamente de tus espacios al aire libre durante toda la temporada estival.

¿Cómo cuidar mi tarima exterior sintética en verano?

Algunos consejos sobre cómo cuidar tu tarima exterior sintética en verano para asegurar que luzca impecable y resista el paso del tiempo son:

Limpieza regular

Mantener tu tarima exterior sintética limpia es fundamental para conservar su aspecto y durabilidad. Barrer la superficie regularmente para eliminar polvo, hojas y otros residuos será suficiente para mantenerla en buen estado. Si es necesario, utiliza una manguera de agua para lavar la tarima y eliminar cualquier suciedad adherida. Evita el uso de limpiadores agresivos o productos químicos fuertes que puedan dañar el material sintético.

Protección contra el sol

El sol intenso del verano puede afectar el color y la apariencia de la tarima exterior sintética. Para protegerla, considera colocar toldos, sombrillas o incluso una pérgola que brinde sombra y reduzca la exposición directa al sol. Esto no solo protegerá la tarima, sino que también te proporcionará un área sombreada para disfrutar durante los días más calurosos.

Evitar derrames y manchas

Aunque la tarima sintética es resistente a las manchas, es importante limpiar los derrames de inmediato para evitar posibles daños permanentes. Utiliza un paño o esponja suave con agua jabonosa para limpiar cualquier líquido derramado y asegúrate de secar bien la superficie.

Cuidado de los muebles

Si tienes muebles de exterior sobre la tarima, coloca protectores en las patas para evitar arañazos o marcas en el material. Además, levanta y mueve los muebles en lugar de arrastrarlos para evitar daños en la superficie de la tarima.

Inspección periódica

Realiza inspecciones regulares de la tarima para identificar cualquier daño, grietas o áreas desgastadas. Si encuentras algún problema, como una tabla suelta o dañada, repáralo de inmediato para evitar que el daño se extienda.

Cepillado ocasional

Aunque la tarima exterior sintética no requiere un mantenimiento intensivo, realizar un cepillado ocasional con una escoba de cerdas suaves puede ayudar a eliminar la suciedad superficial y mantener su aspecto natural.

Protección contra los insectos

Aunque la tarima sintética es menos susceptible a los insectos que la madera natural, aún es importante mantenerla protegida. Aplica un repelente de insectos adecuado para evitar que los bichos se instalen en tu tarima.

No utilizar objetos punzantes

Evita el uso de objetos afilados o punzantes sobre la tarima exterior sintética, ya que podrían rayar o dañar la superficie. Opta por utensilios y accesorios de exterior con base de goma o fieltro para evitar daños al moverlos.

Consejos para la conservación de la tarima sintética

La tarima sintética es una excelente opción para embellecer nuestros espacios al aire libre, ya que requiere menos mantenimiento que la madera natural y ofrece una gran resistencia a las condiciones climáticas. Sin embargo, para asegurar su durabilidad y buen estado a lo largo del tiempo, es importante seguir algunos consejos de conservación. A continuación, te presentamos tres pilares fundamentales para mantener tu tarima sintética en óptimas condiciones:

Ventilación

La adecuada ventilación es esencial para mantener la tarima sintética en buen estado. Asegúrate de que la estructura de soporte permita una circulación adecuada del aire por debajo de la tarima. Esto ayudará a evitar la acumulación de humedad, lo que podría dañar la tarima con el tiempo. Si la tarima está instalada sobre una superficie sólida, considera utilizar cuñas o separadores para garantizar el espacio de ventilación necesario.

Hidratación

Aunque la tarima sintética es resistente a la humedad, es importante mantenerla hidratada para evitar que se seque o se agriete. Aplica un tratamiento hidratante específico para tarimas sintéticas al menos una vez al año, preferiblemente al comienzo del verano. Este tipo de producto nutrirá la tarima, protegiéndola de los efectos dañinos de los rayos del sol y prolongando su vida útil.

Limpieza

La limpieza regular es fundamental para mantener la tarima sintética en perfecto estado. Barrer o aspirar la superficie para eliminar polvo, hojas y otros residuos es una tarea sencilla que debemos realizar con frecuencia. En caso de manchas o suciedad adherida, utiliza agua y jabón suave para limpiarla. Evita el uso de limpiadores agresivos o productos químicos fuertes, ya que podrían dañar el material sintético.

Cómo limpiar la tarima de exterior

La limpieza adecuada es esencial para mantener la tarima de exterior en óptimas condiciones y asegurar su belleza y durabilidad a lo largo del tiempo. Algunos de los pasos sobre cómo limpiar la tarima de exterior para que luzca impecable y puedas disfrutar plenamente de tus espacios al aire libre son:

  • Barrido o aspirado: Antes de comenzar la limpieza, barre o aspira la superficie de la tarima para eliminar polvo, hojas y otros residuos sueltos. Esta primera acción te permitirá limpiar de manera más eficiente y evitar que partículas de suciedad se mezclen con el agua durante el proceso.
  • Preparar una solución de limpieza: Prepara una solución de limpieza suave mezclando agua tibia con jabón líquido o detergente suave. Evita el uso de limpiadores agresivos o productos químicos fuertes, ya que podrían dañar el material de la tarima.
  • Limpieza con cepillo suave: Utiliza un cepillo de cerdas suaves o una escoba de goma para limpiar la tarima. Moja el cepillo en la solución de limpieza y frótalo suavemente sobre la superficie de la tarima. Presta especial atención a las áreas más sucias o manchadas.
  • Limpieza de manchas difíciles: Si encuentras manchas difíciles de eliminar, puedes aplicar un poco de vinagre blanco o bicarbonato de sodio directamente sobre la mancha y frotar con el cepillo. Estos productos naturales son efectivos para eliminar manchas sin dañar la tarima.
  • Enjuague con agua: Una vez que hayas limpiado toda la superficie de la tarima, enjuágala completamente con agua limpia para eliminar cualquier residuo de jabón o detergente.
  • Secado: Deja que la tarima se seque al aire libre. Si es posible, evita caminar sobre la tarima mientras se seca para permitir que el proceso sea más efectivo.
  • Tratamiento hidratante: Si lo deseas, puedes aplicar un tratamiento hidratante específico para tarimas de exterior una vez que la superficie esté completamente seca. Este tipo de producto nutrirá la tarima y protegerá la madera, prolongando su vida útil.
  • Mantenimiento regular: Para mantener la tarima de exterior en buen estado, realiza una limpieza regular siguiendo estos pasos cada cierto tiempo. La frecuencia dependerá del uso y las condiciones climáticas a las que esté expuesta la tarima.

Reparar el color de la tarima exterior después del verano

Después de un intenso verano, es posible que la tarima exterior haya perdido algo de su color original debido a la exposición constante al sol y las condiciones climáticas adversas. Sin embargo, no te preocupes, ya que es posible restaurar el color de la tarima y devolverle su aspecto original. Algunos consejos para reparar el color de la tarima exterior después del verano y dejarla como nueva.

Limpieza profunda

Antes de comenzar cualquier proceso de restauración, es importante realizar una limpieza profunda de la tarima. Utiliza un limpiador específico para tarimas de madera o sintéticas y una escoba de cerdas suaves para eliminar cualquier suciedad, polvo o residuo acumulado durante el verano. Enjuaga bien la superficie con agua limpia y deja que la tarima se seque por completo antes de continuar.

Lijado

Si la tarima tiene algunas manchas o áreas desgastadas, es recomendable realizar un lijado suave para eliminar imperfecciones y preparar la superficie para la restauración del color. Utiliza papel de lija de grano fino y lija la superficie en la dirección de las vetas de la madera. Luego, limpia el polvo resultante con un paño húmedo.

Restaurador de color

Para devolver el color original a la tarima, utiliza un restaurador de color específico para tarimas exteriores. Estos productos están diseñados para revitalizar la madera y devolverle su tono original. Sigue las instrucciones del fabricante y aplica el restaurador con una brocha o rodillo de pintura. Asegúrate de cubrir toda la superficie de manera uniforme.

Protección adicional

Una vez que hayas restaurado el color de la tarima, es recomendable aplicar una capa adicional de protector o sellador para tarimas exteriores. Este producto ayudará a mantener el color restaurado y protegerá la madera o material sintético de futuros daños causados por el sol y las condiciones climáticas.

Mantenimiento regular

Para mantener el color de la tarima en buen estado, realiza un mantenimiento regular siguiendo las indicaciones del fabricante del restaurador de color y el protector. La frecuencia dependerá del tipo de tarima y las condiciones a las que esté expuesta, pero generalmente es recomendable repetir el proceso de restauración y protección cada cierto tiempo.

Leave a Reply